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lunes, 11 de julio de 2011

Harry Potter: Y las Reliquias de la Muerte Parte II

Todo llega a su final...


Una continuación que no da respiro. La acción comienza en el primer cuadro y no se detiene hasta casi el final. El enfrentamiento final entre Harry y Voldemort es el punto más alto de una película que tiene muchos. Como la aparición de muchos de los personajes favoritos de toda la saga y un epílogo para llorar a moco tendido. 

Ahora sí . Esta es la despedida final. Cae el telón y ya no quedan hechizos por conjurar, terrores infantiles por desterrar ni libros por adaptar. Con el estreno este jueves de Harry Potter y las reliquias de la muerte - Parte 2, que presenta Warner, llega el fin de una era. Por lo menos para el calendario cinematográfico, que ya no tendrá que organizarse según la agenda obligada por el lanzamiento de una nueva película Potter. 

El campo ya está despejado para el próximo fenómeno que la industria del cine intente imponer. Pero antes habrá que decir adiós a Harry, Hermione y Ron; a Hogwarts y a los retratos parlantes; a Hagrid y sus monstruos incomprendidos; a los mortífagos, y a la malísima Bellatrix Lestrange -el mejor nombre de todo la saga-, que sólo podría haber interpretado Helena Bonham Carter. Y a tantos más, personajes y suvenires del mundo creado por J. K. Rowling que el cine hizo propios sin quitarles su lugar a los libros. Una fórmula que funcionó como el mejor de los hechizos. "Esta no fue la primera vez que una popular serie de libros se convierte en una exitosa serie de películas, pero la superposición entre la versión literaria y la cinematográfica del ciclo Potter fue inusual y probó ser influyente", decían los críticos de The New York TimesA. O. Scott y Manohla Dargis, en su reflexión final sobre el fenómeno del maguito. 

Después de seis mil millones de dólares en entradas vendidas alrededor del mundo -marca que transformó a Potter en el personaje más taquillero de todos los tiempos al superar al anterior campeón, James Bond-, los seguidores de la saga con la que muchos crecieron y otros muchos consiguieron recuperar una parte de la lejana infancia tendrán que dar vuelta la página y despedirse del Harry del cine. Más lágrimas vertidas y gargantas apretadas de nostalgia y melancolía como aquellas con las que les dijeron adiós a las novelas de Rowling. Claro que, antes, tendrán 132 minutos de acción, emoción y aventuras, de un mundo mágico que en el transcurso de casi diez años - Harry Potter y la piedra filosofal se estrenó en noviembre de 2001- se fue oscureciendo. Un vuelo cada vez más sombrío y accidentado para un film infantil que muchos padres toleraban por amor a sus hijos y evolucionó en unas películas cada vez más adultas que los más chiquitos miran espiando entre sus dedos. El cambio se vio cuando los inocentes vuelos en escoba y un señor del mal tan débil, que era más presencia ambiental que personaje, trocaron en conjuros mortales y un Voldemort, que en este film Ralph Fiennes despliega, exuberante, en toda su terrorífica maldad.

Claro que con el paso de una década y siete libros, no sólo los malos ganaron en sombras, sino que los héroes dejaron atrás la ingenuidad de la niñez para volverse personajes más complejos, llenos de ambigüedades y enojos, deseos de venganza y de los otros. Hace tiempo ya que Harry no es el nene que una vez fue, un huerfanito de anteojos redonditos y cicatriz en forma de relámpago en la frente que un buen día descubrió que detrás de su triste rutina había un mundo maravilloso, un universo donde la magia existía y él era considerado un poderoso hechicero desde la cuna. 

Tal vez sea prematuro, quizás haya que darles tiempo a los fanáticos para hacer el apropiado duelo por su saga, pero frente al final de una serie de películas tan exitosas, ya hay atrás adaptaciones de exitosas sagas literarias apuntadas al público joven haciendo fila para captar, aunque sea, una porción de los espectadores que sin Harry Potter se volvieron los más codiciados de Hollywood. Primera en la lista figura la trilogía de libros Los juegos del hambre , una serie que imagina un mundo postapocalíptico, en el que adolescentes de lo que solía ser Estados Unidos deben enfrentarse en una lucha mortal televisada para entretener a la pauperizada humanidad y demostrar la superioridad de sus territorios. En el medio del dramático conflicto está Katniss, una joven de 16 años que aprenderá a sobrevivir cuando apenas empieza a vivir. El casting para elegir a la protagonista y sus amigos fue tan exhaustivo como el que en su momento resultó en la elección de Daniel Radcliffe, Rupert Grind y Emma Watson. En este caso, la elegida fue Jennifer Lawrence, la talentosa actriz de Lazos de sangre y X-Men: primera generación, que pasó un duro entrenamiento para convertirse en la joven guerrera. Aunque nada puede prepararla para lo que sucederá con ella y su carrera si en 2012, cuando se estrene la película, consigue algo de la atención de los potterianos. 

Que bien podrían inclinar sus preferencias por la saga Los cazadores de sombras , otra trilogía escrita por Cassandra Clare, confesa fanática del universo Harry Potter. Aunque a primera vista, esté más cerca de Crepúsculo con romances adolescentes entre ángeles, demonios y otros habitués de la literatura pensada para las adolescentes en busca de imposibles historias de amor. Si bien todavía no comenzó el rodaje, ya se anunció que Lily Collins (hija de Phil y una de las jóvenes actrices más solicitadas de Hollywood) interpretará a Clary Fray, la chica que deberá lidiar con las fuerzas sobrenaturales que la acechan, además de sus confusos sentimientos por el misterioso Jace Wayland, papel que hará Jamie Campbell Bower, un actor británico de fina estirpe Potter: participó de la primera parte de Las reliquias de la muerte y está de novio con Bonnie Wright, más conocida como Ginny Weasley. 

Todavía falta tiempo, taquilla y consideración crítica para determinar si alguno de estos proyectos tienen lo que hace falta para ocupar el espacio que la saga del mago adolescente deja vacante. Se sabe que la serie Crepúsculo quiso hacerse con ese territorio, pero se quedó corto, tal vez, porque el material original, las novelas de Stephenie Meyer, no tienen ni por asomo la calidad de las de Rowling. Esa que imaginó, de principio a fin la historia de Harry Potter, el chico que vivió y que esta vez, porque ésta es la despedida, estará dispuesto a vivir. 


Por: cristianmadero