Clásicos activos y eternos que son parte del imaginario colectivo.
Toda década tiene un boom fenomenal entre los amantes de la animación y específicamente el animé, los hombres demás de 40 su idolo de las tardes, el cual hacia que toda calle pareciera un pueblo fantasma fue Mazinger Z, en las pequeñas ese mismo efecto lo causó Candy Candy y sus melodramáticos problemas amorosos.
Quizás esos mismos adultos se sumaron ya no con esa misma puntualidad religiosa frente al televisor viendo los siguientes fenomenos como Dragon Ball y Dragon Ball Z, Los Caballeros del Zodiaco y en menor medida Pokemon (casualmente esta serie fue aquella que derivó en varios ataques epilépticos y que los americanos juraron jamas pasar en sus cadenas, pero al poco tiempo la trasmitió y fue un record de audiencia).
Hoy en día la revolución es Naruto Shippuden, pero en estos tiempos los fanáticos de esta serie no se ven limitados u obligados a estar en un horario especifico frente al tv, simplemente lo ven por Megavideo o lo bajan de cualquier parte de la red, si no lo adquieren en lugares que vendan los dvd por volúmenes.
El animé como fenómeno cultural ha estado arraigado en el joven por décadas aun sin ellos saberlo, desde los clásicos pre Mazinger como Astro Boy, Iron Man 28, Leo el León, Meteoro, El Pequeño Samurai, luego después de Mazinger con series como Dai Apolon, El Festival de Robots, Los ThunderCats, Robotech y miles más, y en la parte de las pequeñas estaba la ya mencionada Candy, Heidi, Marco, La Princesa Caballero, La Abeja Maya por mencionar solo algunas.
Todos fumos influenciados sin querer por la cultura Nipona, y no solo en comiquitas, también los fuimos con series nostálgicas y de alta demanda en la red en descarga hoy en día como Ultraman y sus derivados, Los Agentes Fantasmas, Robot Gigante, Spectroman, La Señorita Cometa, etc.
La influencia del animé en decadas o generaciones es implacable, tal como lo es el fenómeno atemporal máximo, me refiero a Star Wars, cinta que se estrenó en 1977, luego fue compuesta por 5 películas más, pasando así a ser una saga. Star Wars se puede jactar de ser el único producto fílmico cuyo universo compite con el creado por J. R. R. Tolkien, El Señor de los Anillos.
También puede presumir que a pesar de décadas ya de su primer proyección, las personas compran y lucen todo tipo de merchandising sin vergüenza en pleno 2011, por ejemplo, ¿quien usaría una franela de Batman de Tim Burton en estos tiempos sin sufrir algún atentado como una pedrada o risas burlonas?
Como pasa con el animé La Guerra de las Galaxias se reinventa y se actualiza para llegar a nuevas generaciones, con The Clone Wars, serie integramente realizada en animación 3D que ha atraído millones de nuevos fanáticos, junto a la saga de vídeo juegos de Lego Star Wars... repito ninguna película ha logrado eso.
Ya se puede ver a padres e hijos hablando de tu a tu de Obi Wan, el Lado Oscuro y los Jedi... ¿quién lo diría? y hablamos de una película que se estreno hace 34 años.
A todo esto, esos clásicos que muchos mayores vimos de niños se han actualizado con nuevas reinterpretaciones, remakes, precuelas o secuelas, como Mazinger con una serie de 25 capítulos de el 2008 llamada Shin Mazinger Kai, o Mazinkaiser, Los Caballeros del Zodiaco con su precuela moderna The Lost Canvas, historia que narra eventos anteriores a lo que vimos en la televisión, el mismo Dragon Ball, Evangelion, Robotech y muchos más.
En conclusión la pasión por el estilo único de la animación japonesa aun sigue tan o más vivo que antes, solo ha cambiado los medios para verlo.