El Ford Mustang es historia viva de la automoción. Es más, es historia viva de un país, un icono, parte del legado cultural de Estados Unidos
Soñado por muchos, conducido por otros tantos, generación a generación, el Mustang se ha encargado de ocupar un puesto privilegiado en el mundo del motor, puesto ganado después décadas de historia.
Hace unos meses Ford nos mostró la última puesta a punto del Mustang con el modelo de 2013. Ligeros cambios para mantenerlo debidamente puesto a punto, para seguir cosechando ventas, cambios que no suponían un avance significativo en el diseño que mantiene su aire clásico. Ahora, rumores apuntan a que la próxima generación del Ford Mustang dejará a un lado el toque retro que caracteriza a la actual generación para abordar un diseño heredado del Ford Evos. Una nueva imagen para adaptarse a los nuevos tiempos lejos de las líneas clásicas.
Estos rumores llegan desde el Wall Street Journal apuntando a una fuente cercana a Ford que ha señalado que el próximo Mustang lo conoceremos en dos años, en el 2014, y que llegará con una apariencia próxima a la del Ford Evos a pesar de que conservará algunos rasgos que ya se han convertido en seña de identidad del modelo, como las ópticas. Un cambio en la filosofía del modelo que deja de mirar al pasado, buscando ahora a través de un diseño fresco seguir conquistando a los clientes del modelo y convencer a nuevos posibles compradores.
Del diseño del Ford Evos, al que pudimos conocer en Madrid, cabe destacar el diseño de su frontal, sin duda uno de los aspectos más llamativos de este modelo. Destaca también la caída del marco de las ventanas posteriores y el músculo de los pasos de rueda traseros, así como el alerón posterior fruto del corte de la carrocería o el escape central integrado en el difusor.
Todavía tendremos que esperar un par de años, de confirmarse lo citado por la fuente, para conocer el aspecto de la nueva generación del Ford Mustang. Un cambio sin duda polémico, como cada cambio que tiene como protagonista a una leyenda de la talla del Mustang, pero quizá necesario para poder seguir siendo uno de los estandartes de los coches norteamericanos.
Fuente