Se comienza jugando, se termina llorando.
Dos personas, una noche solitaria, mucha tristeza, mucha soledad… Prendo mi PC, busco, y navego, de pronto entras tú y dices “¡Hola!”. Yo tímidamente respondo “¡Hola!.
Con ese saludo comienza una conversación muy liviana, y me digo a mi mismo (a) “Ah, es sólo un chat! Quizás nunca le vuelva a ver…”
Error. Al día siguiente estamos esperando su llegada, a que conecte con su nick. Aparece su nick, estamos felices, nuestra soledad ya no es tan grande y de pronto tenemos una sonrisa en los labios. Ya no estamos solos (as). Nuestras parejas no están en casa, o están durmiendo, y empezamos una relación… pero aun así decimos que no es nada: ¡es sólo por Internet!
Pasa el tiempo y esa extraña (o), entra en nuestras vidas haciéndose tan indispensable que no es posible estar sin ella/él. Ya estamos tan enganchados (as) a este aparatito que mandamos a los niños temprano a la cama. Ya no nos importa si nuestra pareja está o no. Está en casa… “¡Bah, da igual!, ya tenemos con quien hablar, alguien que nos dice que nos ama, que sueña con estar nosotros (as). Y somos felices…
Y para que sea mas real ya no nos basta el computador, queremos sus teléfonos, empezamos hablar, estamos muy enganchados (as), ya no pensamos, ya nada nos importa, la casa está descuidada, las cuentas de mi teléfono son altísimas, no tenemos tiempo para nada más que chatear…
¿Pero qué más da? Estamos enamorados (as) ¿Qué sigue ahora? Ya queremos estar juntos, tener un encuentro.Cada mes es un gran dolor por no verle. Lloramos mucho si no lo podemos ver. Ya nuestra alegría se convierte en un constante deseo de estar en el PC hasta altas horas de la madrugada. Dormimos poco, al día siguiente estamos muertos (as) de sueño, nuestra vida se reduce a un chat.
¿Estamos bien?
Eso es algo muy personal, muchas relaciones salen muy bien, otras un poco mal, y otras muy mal, tanto que al final quedamos peor que cuando empezamos a chatear. Por Internet y teléfono nos encontramos diciendo palabras que en otro caso no diríamos jamás, como los tantos “te amo“, tantos “te quiero“, “te extraño“…
Y sin conocerles siquiera. Para que ninguno salga dañado si estamos en una relación así debemos ser muy fuertes y no caer en nuestras propias trampas evitando así ser el propio cazador cazado.
Luego de un tiempo casi siempre todo este amor sublime ya deja de serlo, ya no se conecta tan a menudo, siempre excusas del msn malo, el trabajo, su pareja supo y le vigila. El problema básicamente de estas relaciones de chat e internet es que el ser humano tiene el corazón muy grande y los egos muy pequeños, y en internet se es fácil ilusionar y desencantar rápidamente de una persona cuando llega la novedad de nuevos "Te amo" de parte de un nuevo "Hola" que acabamos de leer usando un reluciente y flamante novedoso nick.
No subestimen Internet, es un medio de comunicación, no un mundo virtual. Nuestros sentimientos son siempre reales, por mucho que nos conectemos a Internet no dejan de ser nuestros propios sentimientos. Pero el problema no es lo que nosotros sentimos en este tipo de relaciones sino lo que la otra persona sienta.
Por ello vale este consejo, valoren lo que tienen y si estan dispuestos o vale la pena ponerlo en peligro. Si no hay inconvenientes y nada que perder cuídense mucho, traten de conocer bien a la otra persona, que sus sentimientos sean tan fuertes como lo tuyos, y sobretodo tengan cuidado de no dañar a personas inocentes.
Espero que nadie salga herido por esta clase de amor. No debemos jugar con los sentimientos de nadie, y no permitamos que jueguen con nuestro corazón, todos tenemos derechos a ser felices pero no hay que jugar con fuego…