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lunes, 18 de abril de 2011

La gente no se enamora de lo que le escriben. Lo que cuenta son los gestos, las sonrisas...


En los últimos tiempos, miles de personas parecen haber encontrado su media naranja a traves de la red. Ocurre en todo el mundo. Hay quienes opinan que internet alimenta la soledad.

El patrón tipico de los romances online: ilusión de una relación profunda seguida de un enamoramiento acelerado y vertiginoso que, generalmente, se desvanece en el primer encuentro. Los psicologos que estudian el tema de las relaciones virtuales atribuyen esto a la enorme diferencia existente entre los encuentros reales y los virtuales. "Lo que se pierde en el texto escrito es la dinamica de la conducta. Las palabras no tienen mucha importancia al establecer una relación, lo que cuenta es la comunicación no verbal: los gestos, las sonrisas.".Y es que uno no se enamora de las ideas de una persona, mucho menos de su estilo de escribir boberias cursis. Lo que nos lleva a sentirnos bien estando con alguien y , eventualmente, a enamorarnos, son detalles muchas veces inasibles, que tienen mas que ver con el caracter, las costumbres, los olores, la forma en que ese hombre o mujer se desenvuelven y relacionan.

La dimensión física, lo que nos ocurre cuando vemos y tocamos a alguien, es fundamental. NO se trata solo del aspecto o la belleza, sino de los sentimientos y sensaciones que experimentamos cuando estamos junto a una persona, sensaciones todas estas imposibles de percibir cuando el contacto ocurre a traves de una pantalla. En efecto, y a pesar de los casos que han terminado bien, las cifras de los sitios de encuentros son todo menos alentadoras. En los 6 temporadas en que www.match.com lleva de existencia, solo ha habido 1.100 matrimonios entres sus 5 millones de miembros, lo cual equivale a un 0,02 por ciento de efectividad. Otro sitio www.udate.com indico que ha tenido 1,2 millones de miembros y a penas 75 casamientos confirmados, es decir, 0,0006 por ciento.

Una relación online es algo distinto a una relación en la vida real, no solo porque los cuerpos estan ausentes, sino tambien porque al escribir solemos mostrar de nosotros aquellos rasgos que mas nos favorecen. Incluso sin intención de mentir, quien escribe se deja llevar muchas veces por el flujo de ideas y termina creando ante su corresponsal una personalidad distinta a la suya. De esta manera, el precavido se hace audaz al escribir, el timido descubre que se atreve, el lento se acelera, el tonto puede parecer sabio. Pero cuando finalmente llega el día del encuentro cara a cara, ocurre el desenmascaramiento.

"He podido observar este derrumbe de expectativas una y otra vez"afirma Patricia Buchhaler, psicologa dedicada a investigar los efectos de Internet en los individuos. "Cuando 2 personas se conocen online y creen enamorarse, lo hacen basandose mayormente en sus propias fantasias y no en la realidad". La Doctora Buchhaler narra el caso de un paciente suyo que habia decidido dejar a su esposa para entregarse a una mujer a quien aun no conocida pero de quien se sentia profundamente enamorado. El golpe fue enorme:cuando viajo para encontrarla, ella le abrio la puerta de su casa y el no solo se hallo con dos carajitos, cuya existencia ignoraba, sino tambien con un ama de casa madura cuya timidez en nada se asemejaba a la desenvoltura y alegria que traslucian sus escritos. Sin embargo, no era el el único defraudado, ya que tampoco ella lograba entender que alguien que se habia mostrado tan espiritual en el messenger de pronto concediera tanta atencion a rasgos externos de la personalidad, negandose a estar con ella simplemente porque era timida y mayor que él. Ella pensaba que el se habia enamorado de su alma y esperaba que la aceptara tal como era:el se sentia profundamente herido pues consideraba que ella la habia mentido.

"Ninguna de estas personas actuo con alevosía" (seguro y tal), concluiye la psicóloga,"simplemente se dejaron llevar por sus fantasias sin tener en cuenta que la realidad es siempre mas rica y mas compleja que todo cuando pueda comunicarse a traves de un ordenador".

Quiza el equivoco radique en confundir la afinidad intelectual con el amor. En creer que la palabra escrita puede ser instrumento suficiente para conocer a otro ser humano.

El amor ha sido y seguira siendo un misterio y si hemos de buscar su secreto en alguna parte, hariamos mejor en acecharlo en la mirada, en los gestos que en vano tratamos de ocultar, en la complicidad de dos sonrisas que se encuentran y, mas aun, en los miedos y el dolor cuando pueden compartirse de verdad.

El desafio esta en mantener las ilusiones, la confianza y el amor mas alla de la pantalla, saltar el abismo que separa el ciberespacio de la vida real y aprender a amar a alguien no solo por quien quieres ser o por quien nosotros quisieramos que fuera, sino por lo que es, por lo que somos todos: una madeja de defectos e imperfecciones, de caprichos, esperanzas, tics nerviosos, temores, manías y exigencias que encuentran su mejor manifestación, no en el lenguaje escrito o el hablado, sino en los actos que realizamos cada día. De buenas intenciones y hermosas palabras esta plagado el mundo. Lo que mas cuenta son los actos. Aquellos precisamente, que no tienen cabida en el ciberespacio y si en la calle, en el café de la esquina, o en la cola del banco, donde quizá, con un poco de suerte, puede esperarnos un gran amor.