¿Apple empezará a declinar?
La compañía más valiosa de EE.UU. creció a fuerza de innovación. Ahora, con un rentable modelo de negocio que defender, no puede permitirse correr grandes riesgos

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Y quizás sea sólo eso: un error, que pronto se va a corregir. Pero también es posible que se convierta en el canario en la mina de carbón. Si bien Apple seguirá siendo una empresa muy rentable por muchos años, me sorprendería que presentara otro producto tan innovador como el iPhone o el iPad. En parte, por una razón obvia: ya no está Jobs. Es raro que una empresa sea en tal medida una extensión del cerebro de un solo hombre como Apple lo era del de Jobs. En vida del genial CEO, eso era un punto fuerte, pero ahora es una debilidad. El actual equipo ejecutivo de Apple sin duda trata de mantener la misma cultura exigente e innovadora, pero no es lo mismo ahora que Jobs no está respirándole en la nuca a todo el mundo. El fiasco de los mapas ilustra precisamente eso.

Ocurre en todas las industrias, pero es particularmente fácil de ver en el sector tecnológico porque las cosas se mueven demasiado rápido. Hace menos de 15 años, Microsoft parecía invencible. Pero una vez que su sistema operativo Windows y sus aplicaciones Office se convirtieron en gigantescos generadores de ganancias, toda la estrategia de Microsoft se concentró en proteger estas dos vacas lecheras. Usó indiscriminadamente su plataforma Windows para promocionar sus propios productos a expensas de la competencia. (El juicio antimonopolio a Microsoft apuntó certeramente a esa conducta). Aunque Microsoft sigue ganando miles de millones, sus nuevos productos son básicamente versiones de innovaciones introducidas por otras empresas.
Ahora es el turno de Apple de ser el rey de la baraja ... y a nadie sorprende que haya comenzado a comportarse de un modo bastante parecido. Esto se puede comprobar en el litigio sobre patentes contra Samsung, una práctica costosa y contraproducente que no tiene nada que ver con la innovación, sino con proteger su territorio. Y esto se puede ver en la decisión de reemplazar la aplicación de mapas de Google. Antes un aliado, hoy Google es un rival, y la idea de permitir que Google promocione sus mapas en la plataforma Apple se había convertido en una especie de sacrilegio.
Y más en particular, Apple quiere forzar a sus clientes a usar sus propios productos, aun cuando no sean tan buenos como los de la competencia. Cuando una empresa comienza a actuar así, se vuelve vulnerable a los rivales más nuevos y hábiles, sedientos de crear algo nuevo en lugar de exprimir lo viejo.
Basta con pensar en BlackBerry, que en otro tiempo fue amo y señor del mercado de los smartphones pero al que ahora Apple y Samsung le pasaron por arriba.
Ya antes de la muerte de Jobs, Apple se estaba volviendo una empresa cuya principal meta era defender su modelo de negocio . Sí, es cierto: Jobs no hubiera permitido que se lanzase al mercado una aplicación tan defectuosa. Aun así, pese a su genialidad, es improbable que Jobs hubiese podido impedir que Apple tarde o temprano cayese en lo mismo que otras empresas. Es la naturaleza del capitalismo que las grandes compañías adopten una actitud defensiva , mientras que los rivales nuevos emergen con ideas mejores y más inteligente