Se sabe que uno de los momentos más críticos para tu vehículo es la puesta en marcha.
Está frío, en ese instante el aceite tiene una viscosidad que lo tirás al techo y no cae. Además, estando caliente, ha fluido toda la noche desde la parte superior del árbol de levas. Hasta la más pequeña cañería posee poco o nada de aceite.
Entonces lo enciendés y qué pasa: la bomba de aceite se esfuerza hasta su límite. Debe bombear un fluido que está más viscoso que la miel. La bomba debe mandar aceite en estas condiciones a todas las partes móviles del auto. Inclusive debe separar a los cojinetes del cigüeñal y las bielas, como el cigüeñal y las bancadas, para que no se arañen unas a otras,
Si miramos un poco más arriba que el cárter observaremos a los cilindros y pistones, que tienen una pequeña holgura para que por ellos pase cierta cantidad de aceite. Dicho sea de paso, es verdad que siempre el motor –aunque sea nuevo– quema un poco de aceite. Lo hace cuando, después de un viaje del pistón llevando óleo por la falda del cilindro, al bajar deja una finísima capa de lubricante que en el momento de la combustión se quema junto al combustible.
La fraterna unión entre estos dos componentes del motor hace que su sellado sea perfecto en el momento en que se hallan a la temperatura del motor en régimen, mucho después que usted haya dado vuelta la llave. Además, este sello imperfecto que ocurre en los aros del pistón cuando el motor está frío permite que cierta cantidad de agua que se forma naturalmente en la combustión del carburante pase al fondo del cárter. Aprovechando las bajas temperaturas reinantes, condensa en las paredes del vano motor y se mezcla inevitablemente con el aceite que permanece allí. Esta agua es tan buena para formar ácidos como para producir mosquitos, especialmente cuando su vehículo es un diesel.
La diferencia fundamental entre un aceite para diesel y para gasolina es la cantidad de aditivos “básicos”, es decir que estos aditivos se comportan como una soda cáustica, que literalmente se devoran a los ácidos que se forman por la combustión del gasoil, protegiendo a las partes de su motor, ni hablar sobre cómo subsisten los motores diesel marinos. Por demás esta decir que el gasoil posee trazas de azufre que forma el tan temido ácido sulfúrico que habita en su batería. Esta agua también sirve de medio para que allí formen hogar bacterias que producen una corrosión tan dañina como lo hace el ácido sulfúrico.
Pero esta agua se irá tan rápido como llegó si calentamos bien al motor.
Eso es condenar al carrito, ya que si tenemos todo lo dicho antes (pistones fríos, aceite pesado e imperturbable, parte superior del motor sin una gota de aceite), todo sumado es una matanza para el motor. Puede que siempre hagan todas estas cosas perjudiciales para el motor y digan, "siempre funciona" si funcionará pero peor, pero va a funcionar. La pregunta es, ¿cuánto más va a funcionar? Estas prácticas llevan a un colapso del motor, quizás no mañana, pero si dentro de poco.
Tomando al pie de la letra estas simples recomendaciones, haremos que el motor de nuestro querido automóvil dure y dure... así los años pasen y pasen.