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martes, 3 de julio de 2012

Batman en el cine

Desde los psicodélicos colores de 1966 a la más oscura realidad de 2012


A poco para el estreno de The Dark Knight Rises, última de las películas de la serie de Nolan, demos un repaso de los filmes de este aveces no tan oscuro personaje.

Batman (1966) con Adam West y Burt Ward 
La temprana popularidad del personaje lo llevo al cine en cortos cinematográficos que se exhibían en el horario de matiné en los cuarenta. Sin embargo no fue hasta 1996 que Batman tuvo su verdadero debut en la pantalla grande, con el film Batman, dirigido por Leslie H. Martinson y estelarziado por Adam West como Bruce Wayne/Batman y Burt Ward como Dick Grayson/Robin.

Tristemente el tono del film era de comedia, con un protagonista que no hacía honor a la esencia de Batman. West interpretó a un héroe de corte estrafalario, que solía terminar bailando al ritmo de la música sicodélica de los años 60 y más cercano a la caricatura. Es la versión más odiada por los fanáticos del personaje.

La verdad es que la película sigue los códigos de la serie de televisión, con los mismos protagonistas y que estuve tres temporadas al aire y que, para mala suerte del murciélago, redefinió al personaje ante los ojos del público. La imagen de un Batman subido de peso, con un acompañante un tanto amanerado (es aquí donde surge el mito de la homosexualidad del personaje) y una galería de villanos bufonescos se instaló durante décadas en el conciente colectivo.

A pesar de todo, y olvidándose por completo del origen de Batman, lo cierto es que la película funciona bien en el tono de comedia con el que fue creada. Tampoco se puede negar los creativos y osados tiros de cámara utilizados en la filmación, lo que acrecentaban aún más este ambiente psicodélico con el que impregnó la serie. Como dato importante, aquí se marcó la pauta sobre los villanos. En esta versión, cada uno de los antagonistas era representado por un actor de carácter, constante que se repetiría en las encarnaciones más modernas de Batman.

Batman (1989) de Tim Burton
Un salto gigante en el tiempo hasta el año 1989. Para contextualizar, a estas alturas Batman ya se había consolidado como el más completo protagonista de historieta jamás creado, especialmente gracias al trabajo de los guionistas Alan Moore (Batman, La Broma Asesina) y Frank Miller (Batman, El Señor de la Noche y Batman, año uno), que lo devolvieron a sus raíces en tres espectaculares novelas gráficas, considerados aún hoy no sólo como clásicos de los comics, sino que también como verdaderas obras de arte de la narración y la gráfica. Esto sumado al talento del ahora reconocido director Tim Burton, devolvieron el prestigio pérdido al hombre murciélago.

Burton conformó un relato que, pro primera vez, explotaba realmente el potencial del universo batmaniano, pero adaptado a sus propios intereses estéticos y argumentales, lo que dio como fruto el Batman más gótico del todos. Como todo buen artista, Tim Burton tiene ciertas claves que repite en todos sus trabajos. Una de ellas es la de la infancia perdida o rota que influye notoriamente en el comportamiento y actitudes de los personajes principales. En las historias de Burton tampoco suele existir el bien ni el mal absoluto, a pesar de utilizar estructuras muy similares a las de los cuentos de hadas clásicos.

Pero el que es, sin lugar a dudas, su tema principal es el de lo raro, lo monstruoso, aquello que los demás no comprenden y es apartado y despreciado como una “anomalía”. Este “algo” siempre está personificado en un protagonista distinto, incomprendido que en algún momento intenta (o ha intentado) encajar y más tarde asume su independencia del mundo. Es así como su Batman, interpretado de manera correcta por Michael Keaton, se torna una figura misteriosa, que apenas habla en todo el metraje del film. Es un paria, un rechazado, que busca satisfacer su propia sed de venganza. Simplemente él se considera la justicia, se ve muy por encima de la ley y la propia sociedad, al mismo tiempo que no se tiene en demasiada estima como ser humano.

El Guasón, aquí personificado por Jack Nicholson, aparece físicamente como su alterno. Una figura ruidosa, estrafalaria, caótica e impredecible. Sin embargo, comparte con su enemigo el poco apego a los valores que rige a la sociedad. En suma, Batman y el Guasón son dos caras de la misma moneda, y la contienda va más allá de los golpes y las explosiones, sino que es una lucha de carácter filosófico. Una quiere reestablecer el orden, el otro siente que el orden no es más que una ilusión y que la esencia humana es el caos. Dos mundos en colisión.

Importante es el detalle de que el Guasón sea quien deja huérfano al joven Wayne en el film. Por que, en realidad, no lo hace. El flashback es visto a través de los ojos del propio Batman muchos años después y tras numerosos enfrentamientos con el villano. Este momento representa el máximo exponente de la locura del personaje. Simplemente ve al asesino de sus padres en cada delincuente al que se enfrenta.

En cuanto a lo cinematográfico, el film destaca por una espectacular puesta en escena. El mundo gótico de Tim Burton, con edificios enormes y en eterna penumbra, funciona perfectamente como una extensión de la personalidad de los protagonistas de la historia. Fuertemente influenciado por el cine expresionista alemán, el estilo de Burton recuerda claramente a filmes como el Gabinete del Doctor Caligari o Metrópolis. El film fue todo un suceso de taquilla y mercadotecnia, lo que abrió las puertas a una secuela.

Batman Returns (1992) de Tim Burton
Al ver la secuencia inicial de Batman vuelve la del bebé pingüino humanoide, claro homenaje a It´s alive de Larry Cohen, (1974), queda claro que estamos ante algo muy siniestro. Burton vuelve a la carga con Batman, esta vez contando con una mayor libertad creativa. El resultado, una película extrema, que más que una adaptación de la historieta al cine, es un reflejo de la imaginación delirante del director. Un cuento de hadas en que, definitivamente, lo “freak” ocupa el lugar preponderante.

Michael Keaton regresa con un Batman más parlanchín, exponente de un humor seco e irónico. Se enfrenta ahora a dos enemigos, un deformado Pingüino interpretado por Danny De Vitto y la sensual Gatúbela, en la piel de Michelle Pfeiffer en el papel más recordado de su carrera. Batman pasa a ser un verdadero secundario en una historia completamente dominada por los otros animales-humanos. Sin embargo, su papel es fundamental, ya que no sólo actúa como “el puño de Dios” que castiga a los criminales, sino que también se plantea su propia existencia en diversas ocasiones.

Argumentalmente, Batman Vuelve está muy lejos de su antecesora, superándola ampliamente en calidad. Además, aquí la trama se vuelve más osado, con interminables innuendos sexuales. Signos de un personaje que alcanzaba cierta madurez, pero que no lograba despegar del todo en este universo mágico de Tim Burton.

Desde el punto de vista estético, Tim Burton nuevamente evidencia su aproximación al expresionismo alemán y la obra de Fritz Lang. De hecho Batman Vuelve es a menudo citada como un intento moderno de capturar la esencia de dicha tendencia cinematográfica. El diseño angular de los edificios y la severa visión de las calles de Ciudad Gótica evocan el amenazante y peligroso presente en la Metropolis de Lang. Se puede hasta notar el parecido entre el personaje diabólico de Max Shreck retratado por Christopher Walken, y la estrella de Nosferatu, llamada también Max Schreck.

A pesar del éxito, el contenido del film resultó demasiado duro para los ejecutivos de la Warner, más preocupados por vender muñequitos de los personajes que por hacer un buen producto cinematográfico. A la hora de preparar Batman III, trataron de convencer a Burton de hacer algo menos tenebroso, por lo que prefirió dar un paso al costado, dando fin de esa manera a la que era, hasta ese momento, la etapa más gloriosa del murciélago en la pantalla grande.

Batman Forever (1995) de Joel Schumacher
Joel Schumacher asume la dirección de la tercera entrega de Batman, que lleva por título un ambiguo “eternamente”. Los cambios en la saga son profundos. Sale Michael Keaton y Val Kilmer toma el lugar de Batman. Tommy Lee Jones asume como Dos Caras y Jim Carrey como El Acerijo, los villanos de turno. Una preciosa Nicole Kidman toma el lugar de Chase Meridian, el objeto de deseo del protagonista e, increíblemente, Chros O’Connel asume el papel de Robin, el chico maravilla. Este film deja claro las abismales diferencias entre un director talentoso y dedicado, con una clara visión artística, como Tim Burton, y la de un realizador puramente comercial. Si Burton era un chef en la cocina, Schumacher era un cocinero de una tienda de comida chatarra.

Batman eternamente es un film pop, en que la diversión es el objetivo final. Los colores vuelven a rodear al hombre murciélago, que esta vez se muestra menos sombrío, aunque Val Kilmer le entrega una característica más nostálgica al personaje. Sin embargo, todo intento de darle volumen a Batman y sus secundarios no resulta. El resultado decepciona desde el comienzo. Un guión poco coherente, lleno de chistes malos y personajes de caricatura marca la tónica de la película.

La puesta en escena funciona a ratos, aunque los diseños de los artilugios del héroe (el Batimóvil, por ejemplo), aún son objeto de risa. Particularmente detestable es el trabo de Batman, que da la impresión de ser un disfraz sadomasoquista, con dos pezones claramente marcados en él. Una idea de Scumacher, que comenzó siendo diseñador de vestuario en las películas de Woody Allen.


Batman & Robin (1997) de Joel Schumacher
Se puede entender, aunque no compartir, que el Batman de los años 60 fuera en tono de comedia. Pero es imperdonable que a fines de los noventa, Schumacher lo transformara en una sátira de su mismo. Con Batman y Robin dejó atrás lo poco rescatable de su anterior film y toma todo lo malo, irrisorio y anacrónico para entregar un producto totalmente desechable. Sin duda, una de las peores películas del cine norteamericano de los últimos cincuenta años.

El guión no desarrolla a ningún personaje en profundidad, contiene alguno de los diálogos más absurdos que se recuerden en película alguna y un casting aún peor elegido, que marcó la presencia del tercer actor en el mismo rol en cuatro entregas. George Clooney asumió el papel del héroe en esta saga.

Schumacher, además, se desmarca del estilo visual de Batman Eternamente, para introducir una influencia retro, más cercana a los años sesenta, más colorista y con un tono más estridente. Resultando que el vestuario parezca sacado de una mente fetichista, con apretados trajes y marcando cada detalle (incluidos pezones), dando una sensación ridícula. Este asunto fue duramente castigado por parte de muchos seguidores de la saga, puesto que esta película entró en la era de internet y gracias a unas filtraciones de imágenes durante el rodaje, comenzó a vivir la enorme influencia que estaba atesorando la conocida red de redes.

Pero además, Schumacher no estuvo especialmente inspirado, intentando aportar interés con tantos ingredientes que resultaron una amalgama de escenas absurdas. Como la elección de algunos rostros famosos para pequeñas apariciones (el rapero Coolio, la modelo Elle McPherson), además de la innecesaria aportación de Batichica, interpretada por Alicia Silverstone, ídolo (pasajero) de miles de adolescentes, cuya inclusión sólo se justifica buscando aumentar la morbosidad de una bella heroína, en un guiño para agradar a la audiencia.

En el aspecto técnico, a pesar de contar con buenos efectos especiales y sonoros, no termina de impactar. Muy al contrario, algunos sonidos acaban siendo estridentes, en conjunción con una banda sonora repetitiva a cargo de Elliot Goldenthal. El resultado final es una de las peores adaptaciones de personajes del mundo del cómic, con mucho, la peor aparición de Batman, y una película tan prescindible como olvidable.

Batman Begins (2005) de Christopher Nolan
Todo de nuevo. Después del descalabro de Joel Schümacher no quedaba otra opción. Los estudios Warner optaron por arriesgarse, una vez más, con director relativamente nuevo en el negocio, pero con reconocido talento. Es así como le dieron carta blanca al inglés Christopher Nolan, realizador y guionista de “Memento”. Para buena estrella del hombre murciélago, su honor quedó una vez más en buenas manos.

El actor Christian Bale se pone la capucha en esta nueva entrega, transformándose en el Batman más creíble hasta ahora. Nolan se rodea, además, de un staff de actores de gran renombre, como Rughter Hahuer, Liam Neeson, Morgan Freeman, Michael Caine como el fiel mayordomo Alfred y Gary Oldman como el incorruptible Teniente James Gordon.

El planteamiento de Nolan fue, desde un comienzo, enfocar la historia de Batman desde una óptica totalmente realista. Tuvo la misión, además, de filmar por primera vez de forma completa la génesis de del héroes, suceso que increíblemente nunca había sido abordado en las versiones anteriores – a excepción de algunos flashbacks -..

La paciencia con que se va hilando el relato, y la fluidez casi natural entre escena y escena, completan el espacio y las imágenes, aumentando paulatinamente la tensión narrativa. Luego de un primer tramo dedicado a la génesis de Batman, se empieza a in-tercalar su entrenamiento y prepara-ción con imágenes de la ciudad gótica, sus problemas, sus villanos. Detener la corrupción es el objetivo que moviliza el accionar del hombre murciélago.

No faltan escenas de acción, no faltan los detalles del fabuloso equipo de objetos que usa Batman —siempre aliado de la última tecnología— ni una fabulosa ambientación de la ciudad, casi atemporal. Tampoco se extrañan los momentos dedicados a conocer los movimientos del perverso doctor que se convertirá en un gran enemigo. No faltan los momentos en que Bruce Wayne se burla de su mundo, para enfrentar su soledad y su apariencia, y se vuelve a conectar con el imperio creado por su padre. Sin embargo, todo eso es ubicado en un plano secundario, en pos de la creación de una atmósfera que va incrementando en oscuridad momento a momento, generando a veces tramos verdaderamente hipnóticos, a veces otros escalofriantes. Quizás ese sea uno de los principales méritos de Nolan, su habilidad para captar en plenitud la oscuridad de Gotham, de la mansión Wayne, de los murciélagos y de los villanos. Y principalmente de Batman (aunque tal vez se lo haga hablar demasiado). Como si todos formaran par-te, de alguna forma, de una misma cosa.

La película, que es técnicamente impecable, nunca se diluye. Pese a sus más de dos horas de duración, transcurre casi sin perder consistencia de principio a fin. Una de las razones es que la intención del guión de explorar los rincones más profundos del personaje principal, sus miedos, su furia, está más que bien lograda y construida, siempre correspondiéndose, por otra parte, con los climas que logran construirse en cada pasaje del film. Porque de alguna manera, la evolución del personaje Batman, lenta, gradual, siempre intensa, podría tomarse como el termómetro de los sucesos de la película.

La apuesta de Nolan fue por la sorpresa, para desequilibrar varios de los puntos comunes del género y, sobre todo, para hacerse cargo, con mucha responsabilidad y verosimilitud, de los matices que construyen la personalidad de Batman. El director se toma en serio su trabajo, y eso se nota, elevando así el aura místico de un personaje sin igual. Hasta la fecha de su estreno, Batman Inicia era sin duda la mejor película basada en una historieta popular jamás filmada y presentada al público. Pero este año, sucede lo increíble: Christopher Nolan se supera a sí mismo con “El Caballero de la Noche”, un film que se ha transformado a poco andar en un clásico de la acción y el cine negro.


The Dark Knight (2008) de Christopher Nolan
Se trata de una secuela de la película de 2005 Batman Begins, dirigida también por Nolan, que reinaugura los derechos de Warner sobre Batman, tratando de lograr una versión más realista y que difiere de la primera por tener un mayor apego a situaciones cotidianas que envuelven al público en la trama. El director Nolan vuelve a asumir las labores en la dirección, y Christian Bale retoma el papel protagonista. En esta segunda entrega fílmica hace su aparición el principal némesis de Batman: El Joker, interpretado por el actor australiano Heath Ledger. Este filme es la undécima película más taquillera de la historia del cine mundial, recaudando más de 1000 millones de dólares.

El estudio llevó a cabo una intensa campaña de marketing viral para la película en las webs creadas para la ocasión, en la que se iban desvelando teaser-posters, capturas de pantalla o tráilers. La película también fue promocionada con la venta de muñecos basados en los personajes, y una antología animada (directa a DVD) titulada Batman: Gotham Knight, compuesta por seis cortometrajes cuya acción se ubica entre Batman Begins y The Dark Knight. La película tuvo su estreno oficial el 14 de julio de 2008.

Ya en su primer fin de semana de estreno la película rompió varios récords de taquilla. El primero fue el de la función de medianoche, récord en posesión de Star Wars episodio III: La venganza de los Sith con 16,9 millones de dólares, siendo The Dark Knight quien lo superara con 18,5 millones de dólares.

The Dark Knight fue rankeada en el puesto 15 en el año 2008 por la revista Empire, en su lista de las "500 Mejores Películas de Todos los Tiempos", basado en los votos ponderados de 10.000 lectores, 150 directores de cine, y 50 críticos de cine claves. Heath Ledger,por su interpretación de Joker se clasificó también en el número tres en el año 2008 en la lista de los "100 Personajes de película más grande de todos los tiempos", también de Empire.


The Dark Knight Rises (2012) de Christopher Nolan
"Todo héroe tiene su viaje. Todo viaje tiene su final". Christopher Nolan regresa para completar la conocida trilogía de Gotham iniciada por Batman Begins, y que alcanzó la estratosfera con el blockbuster billonario The Dark Knight.

Han sido ocho años desde que Batman se desvaneció en la noche, transformándose, en ese instante, de héroe a fugitivo. Asumiendo la culpa por la muerte del fiscal de distrito Harvey Dent, el Caballero Oscuro sacrificó todo por lo que junto al Comisionado Gordon esperaban hacer por el bien superior. Por un tiempo la mentira funcionó, ya que la actividad criminal fue aplastada bajo el peso del acta anti-crimen Dent.

Pero todo cambiará con la llegada de una astuta ladrona de guante blanco con una misteriosa agenda. Más peligroso aún, en cambio, es la aparición de Bane, un terrorista enmascarado cuyos planes despiadados para Gotham llevan a Bruce a salir de su exilio auto impuesto. Pero aún cuando vuelva a cargar la capa y la capucha nuevamente, Batman podría no ser rival para Bane.

Christian Bale retoma su papel como Bruce Wayne/Batman, un multimillonario que por la noche es un justiciero que combate el crimen. Miranda Tate lo animará para los proyectos que tenía su padre y Bruce se enamora profundamente de ella.


Christopher Nolan aseguró que, más allá de los enemigos que estarán presente en The Dark Knight Rises, la dinámica entre Bruce Wayne y Alfred será una de las que más se podrá disfrutar en el cierre de su trilogía sobre el hombre murciélago. “En esta ocasión, realmente podremos dar nuevamente una mirada a esa relación. Ver a Christian  y Michael  interpretar la relación entre estos dos personajes, ha sido una de las grandes alegrías al trabajar en estas películas”.

“Lo grandioso sobre Alfred y lo que Michael le imprime, es que en términos emocionales, es que ahí hay un corazón. Alfred conoce a Bruce desde que era un bebe. Es su figura paterna, pero también su confidente y, hasta cierto punto, la conciencia de Bruce Wayne“, explicó el director.

De ahí que Nolan asegura que al profundizar en ese último aspecto, la clave para lo que es The Dark Knight Rises, es no olvidar la humanidad de Bruce y lo que lo distingue de los otros héroes, toda vez que asegura que es el “más aterrizado” ya que es un hombre cuyo único superpoder identificable es que es “extraordinariamente acaudalado“. De ahí que desde ya anticipa que en esta ocasión explorarán en nuevos gadgets, “pero al mismo tiempo sin olvidar el enfoque entre el balance de la tecnología que usa y su humanidad básica, el impulso y compromiso a la justicia que viene de él como un hombre“.


Nolan comentó que en este episodio de la franquicia, "Bruce Wayne es más viejo, y no está en buena forma". Tom Hardy sera Bane, un bruto, sádico sin compasión, un terrorista mental y una horrible obra de arte, diferenciándose así del monstruo que ni hablaba y sólo obedecía órdenes que apareció en la película Batman y Robin. Ademas contará con Anne Hathaway como Selina Kyle/Catwoman, enemiga y aliada de Batman. La película tendrá su estreno oficial en Estados Unidos y España el 20 de julio de 2012 y el 27 en Latinoamerica.


La historia de Batman en el cine es de dulce y agraz, pero que actualmente se encuentra en su punto más alto, lo que despierta la ansiedad por la nueva entrega.