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jueves, 18 de octubre de 2012

Tunguska y las Calderas de Siberia


La explosión mas grande de la historia


¿Si paso una vez, podría pasar de nuevo?

Todavía hoy los científicos continúan dilucidar este misterioso impacto, o más bien explosión. Por que el objeto en cuestión explosionó a unos cinco kilómetros de altura sobre la tierra dejando su marca radial sobre los bosques rusos. Científicos italianos aseguran haber descubierto un posible cráter abierto por el objeto extraterrestre que chocó con la Tierra en la región siberiana de Tunguska en 1908. Los investigadores afirman, en la revista de geología ‘Terra Nova’, que el lago Cheko, situado a 8 kilómetros del epicentro de la explosión, llena el cráter producido por el choque de un fragmento de la roca.

El suceso de Tunguska aún intriga a los científicos . Todavía no se sabe si el objeto que impactó en Siberia el 30 de junio de 1908 fue un asteroide, un pequeño cometa o un fragmento de un cometa. Aquel día, hacia las 7.15 horas, habitantes de la región vieron una bola de fuego, procedente del sureste, que cruzaba el cielo a gran velocidad. Poco después, una gran explosión arrasaba 2.200 kilómetros cuadrados de bosque, el equivalente a Guipúzcoa, en las cercanías del río Podkamenaya Tunguska. La energía liberada fue entre 10 y 15 megatones, unas mil veces la de la bomba de Hiroshima.

La explosión de Tunguska es el mayor impacto de un objeto extraterrestre en época histórica. Tumbó unos 80 millones de árboles, las ondas sísmicas fueron registradas por observatorios de todo el mundo y, durante los dos días siguientes, las noches fueron tan brillantes que en Londres podía leerse el periódico en la calle a medianoche. El primer investigador en llegar a la zona fue el mineralogista Leonid A. Kulik, a finales de los años 20, y no encontró ningún cráter, pero sí el epicentro de la explosión, gracias la distribución radial de los árboles. A raíz de que el escritor Alexandr Kazantsev identificó en dos cuentos de ciencia ficción en 1949 el suceso con un accidente de una nave alienígena, algunos ufólogos abrazaron esa disparatada idea.

Ahora, un grupo de científicos liderado por Luca Gasperini, del Instituto de Ciencia Marina italiano, defiende que el lago Cheko -ovalado y de unos 450 metros de largo- ocupa la herida abierta por el choque a baja velocidad de una roca de 10 metros de diámetro. «El proyectil que formó el lago Cheko pudo haber sido un fragmento del objeto que explotó en la atmósfera a entre 5 y 10 kilómetros de altura», dicen. A su favor, añaden que no hay pruebas -testimonios ni mapas- de la existencia del lago anteriores a 1928.

Calderos metalicos enterrados en Siberia
En nuestro planeta existen aún muchos lugares sin explorar, ese es el caso de los inmensos bosques de Siberia, al sur de la tundra ártica. La República de Sajá (Yakutia), república del Distrito Federal del Lejano Oriente y la mayor región de Rusia, existen la leyenda de los calderos metálicos en una región que han denominado “Uliuiu Cherkechekh: El Valle de la muerte”. En esta zona habitan los Yakutos, de origen turco y mongol, quienes han hablado durante mucho tiempo de los extraños fenómenos de la zona.

Se cuenta que en un área particular de este basto territorio existen extraños objetos en forma de cúpula, en donde habitaban los antiguos demonios de la taiga (territorio inhabitado, cubierto de vastos bosques). Se dice que estas cúpulas llegan a tener extraños y letales efectos en los seres vivos, misteriosamente la gente muere si permanece por mucho tiempo en la zona.

Estos extraños objetos son metálicos, no han podido ser dañados o perforados, tienen bordes afilados y su material aún es desconocido.

En 1853, Richard Karlovic Maak, explorador conocido de la región, escribió: “En Suntar [una aldea yakutia] me dijeron que en los cauces superiores del Viliui hay una corriente llamada el Timirbit de Algy (que se traduce como “la gran caldera hundida”) que fluye en el Viliui. Cerca de su banco en el bosque hay una caldera gigantesca hecha de cobre. Su tamaño es desconocido ya que solamente el borde es visible sobre la tierra, pero varios árboles crecen dentro de él.”

Las leyendas yakutias contienen muchas referencias a explosiones, a torbellinos ardientes y a esferas ardientes levantándose por el aire; y todos esos fenómenos están de alguna manera u otra asociados a las construcciones misteriosas de metal encontradas en el Valle de la Muerte. Algunas de ellas son grandes, redondas, “casas de hierro” que se mantienen en pie con numerosos contrafuertes laterales. No tienen ventanas ni puertas, solamente una boca espaciosa en lo alto de la bóveda. Algunas de ellas se han hundido casi totalmente en el permafrost, dejando solamente una protuberancia en forma de arco apenas visible en la superficie. Testigos que no se conocen entre sí describen esto como la ”casa resonante de metal“. Otros objetos dispersos a través del área son tapas hemisféricas metálicas que cubren algo desconocido. Las leyendas yakutias dicen que las esferas ardientes son producidas por ”orificios que arrojan humo y fuego” con una “tapa de hierro que golpea”.

En los años 50, los militares soviéticos inspeccionaron esta área, evidentemente debido a la población excepcionalmente escasa en sus franjas norteñas, y condujeron una serie de pruebas atómicas allí. Una de las explosiones tuvo resultados inesperados, y los especialistas extranjeros todavía están especulando sobre él.

Más recientemente, un equipo de científicos e investigadores rusos compuesto por 3 geólogos, 1 astrofísico, 1 ingeniero mecánico y tres asistentes de investigación liderado por Michale Visok realizaron una expedición a la zona para investigar estos calderos metálicos, y pudieron encontrar hasta 5 de ellos.

“Fuimos al valle de la muerte para ver e investigar las calderas o domos que la gente aseguraba que existían en el lugar y hemos encontrado 5 objetos metálicos enterrados en unos pantanos. Cada uno de ellos está sumergido en pequeños charcos pantanosos; los objetos son definitivamente metálicos; los científicos entraron al pantano, caminaron sobre los objetos y escucharon sonidos metálicos cuando los golpearon con otros objetos. La parte superior es suave pero tiene puntas afiladas en los bordes exteriores; Dos de los miembros del equipo se sintieron mal durante las investigaciones.“

De acuerdo a la creencia popular de la zona, se dice que su origen es extraterrestre, y que eran usados como armas de defensa para defender a la tierra de diferentes amenazas, como asteroides y cometas. Curiosamente numerosos meteoritos se han estrellado o explotado en la zona, incluyendo al misterioso evento de Tunguska en 1908 que todavía no se sabe con exactitud que fue. También tenemos el meteorito Chulym en 1984 y el Vitim en 2002.

Existen numerosas hipótesis sobre el origen de estas misteriosas cúpulas, desde su origen extraterrestre, instalaciones que fueron creadas por las primeras civilizaciones de la humanidad, etc. Otra de la posibilidades es que nada de esto sea cierto, aún teniendo una buena cantidad de testimonios. Por otro lado, también se ha dicho que pueden ser formaciones geológicas o algún tipo de cuevas

La pregunta que siempre ronda detrás de este misterioso e inquietante evento es, ¿Qué explotó en el aire? ¿Un comenta? ¿Un meteorito? ¿O tal vez como creen muchos, un ovni derribado por las miseriosas calderas de Siberia del valle de la muerte?. Quizás nunca lo sabremos, y es mejor así, por que un misterio al dejar de serlo pierde todo su encanto, solo queda especular.