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lunes, 4 de junio de 2012

No hagas el ridículo en las redes sociales

La mayoría de las personas tienen acceso a una red social, con su cuenta oficial más algunas otras "extraoficiales" 


Pero indiferentemente sea la que sea, es bueno tomar estas recomendaciones de lo que no se debe hacer para ser visto como un ridículo virtual


El síndrome de actualizaciones de estado 
Dicen algunos expertos que cuando la persona no deja de actualizar su estado con cada insignificante suceso de su vida, es porque tiene un serio problema psicológico. ¿Qué les importa a los desconocidos, y en ocasiones a los mismos amigos, su estado de ánimo, sus sentimientos de los últimos tres minutos, lo que está comiendo en estos momentos o en qué parte de la casa se encuentra? “Cervecitas con Tati”; “Enamorada de la vida”; “Arrunchada para tarde de pelis”; “Borracha y soltera”; etcétera.

A excepción del último, que sería información de gran valor, este tipo de ‘updates’ generan lástima y desespero, sobre todo si es un hombre quien los pone.

Las notificaciones indeseadas 
Invitaciones, comentarios, salidas, entradas y hasta un simple clic de ‘Me gusta’ es notificado. Estos avisos que resultan bastante molestos e indeseados cuentan además con un complejo sistema de seguridad que impide que sean fácilmente desactivados. De esta forma, la dinámica de la comunicación se lleva a un extremo que esclaviza a los usuarios a revisar sí o sí cualquier notificación.

Las fotos demasiado íntimas, sexis o comprometedoras 
Los perfiles en redes sociales y chats son como la cédula. Es seguro que si usted lleva a una registraduría una foto posando casi desnuda, o borracho con sus amigos, lo vetarán para conseguir cualquier documento. Pero más que respetar la libertad de expresión, se trata de respetar al resto de la sociedad. Las niñas bonitas cometen un acto de provocación al poner fotos demasiado sexis, y los hombres se dejan seducir por su lado más femenino y narcisista al tener la tentación de ese espacio para mostrarse ‘bonitos’.

Las etiquetas bochornosas 
Ser fotogénico es un don de pocos. Así que la generalidad es que en algún evento social, y sobre todo en los que hay licor, usted salga bastante mal en las fotos. Pero eso no sería problema si hubiera que revelar el rollo. Ahora es cuestión de minutos para que la amiga suba desde su celular la instantánea del momento comprometedor, lo etiquete y ya sea demasiado tarde para ocultarlo.

Las bromas de los amigos cuando se deja abierta la sesión 
Es un error de dejar las cuentas de redes sociales abiertas en presencia de algún amigo. Es así como las salidas del clóset, las declaraciones de amor inesperadas o la publicación de alguna enfermedad digestiva se divulga por estos espacios. Sepa que si su amigo encuentra su perfil abierto no vacilará en ponerlo en evidencia frente al resto de la sociedad con algún comentario, foto o ‘update’ bastante bochornoso.

Ser víctima de una persecución 
Como en las redes se sabe todo de uno, la intimidad es constantemente violada. Sin embargo, esto es también una consecuencia del síndrome de actualizaciones de estado, pues al publicar cada nimiedad de su vida, la persona se expone a ser objeto de una persecución. Pero justamente, las redes sirven como herramienta vital de los ‘stokers’, que sin conocer a una persona pueden investigar todo sobre ella.

Presencia permanente del/la ex 
Antes, en la edad de las comunicaciones humano a humano, era sencillo olvidarse de la persona con quien se tuvo una relación fallida. Ahora resulta imposible en la medida en que en proporción con el contacto que usted tenía con ella, le seguirán llegando noticias acerca de lo que hace. Es entonces una tortura digital saber siempre que hace y cómo se encuentra su ex.

La mala ortografía 
Dice alguna cadena que “Escribirse por chat con alguien con mala ortografía es lo mismo que hablar con alguien con mal aliento”. Seguro que sí. Si bien no es necesario tener abierta la RAE para comprobar cada palabra, cosas como el reemplazo de las ‘c’ por ‘k’ o la mezcla de mayúsculas y minúsculas resulta bastante irritante.


Las muestras excesivas de amor 
Si resulta bochornoso y escandaloso ver a una pareja dándose besos apasionados en un lugar público, bien sea en el paradero de bus o en un bar, igual sucede en las redes sociales con las manifestaciones excesivas de amor. De hecho, el propio estatus de ‘In a relationship’ sobra. Si tiene algo que decirle a su pareja, llámela, escríbale por el interno o dígaselo de frente, no lo publique.

Insultos 
Es normal encontrar en espacios de interacción digitales, sobre todo en medios de comunicación, ‘cibercapos’ que sin razón van insultando a cualquiera, por supuesto porque se encuentran detrás de una pantalla. Habría que ver si estas personas son capaces de hablarles así a los demás en una conversación de humano a humano. Resulta pues, bastante molesto este tipo de manifestaciones.