La finlandesa atraviesa tiempos duros
Nokia una compañía innovadora que tiene parte de la responsabilidad en que hoy la telefonía móvil (o celular) sea la forma de comunicación más popular en el mundo, cambiando nuestros hábitos al punto de modificar la forma en que la sociedad contemporánea se comporta. En épocas donde el desarrollo de software en dispositivos pequeños era una tarea titánica, supieron compensarlo con innovación en el dispositivo en si mismo, en el hardware.
Pero los tiempos han cambiado, radicalmente. El “achicamiento” de casi cualquier dispositivo tecnológico permitía que se pueda instalar un sistema operativo completo en un aparato del tamaño de un móvil. Varias compañías lo intentaron con poco o mucho éxito.

Nokia no entendió que los tiempos cambian, que el hardware perdía importancia y los dispositivos por si mismos no se venden a menos que le den soluciones a las personas por medio de usos extensibles por medio de aplicaciones. La salida del iPhone simplemente hizo que la herida sangrara más: pantalla táctil de 3,5 pulgadas (9 centímetros) táctil con un enfoque total a lo que sucede dentro de esta, al software.
La salida del App Store simplemente confirmaba el cambio de mentalidad de los consumidores. Los teléfonos dejaban de ser tal cosa para convertirse en una plataforma móvil donde uno puede hacer ciertas cosas dependiendo de las aplicaciones que se instalen. Mientras tanto, Nokia continuó una estrategia de enfoque en hardware manteniendo una línea inmensa y complicada de aparatos los cuales se adaptan para ciertas condiciones. ¿Quieres trabajar? Necesitas la Serie E. ¿Quieres entretenimiento? Te conviene la Serie N. ¿Quieres escuchar música? Es mejor la Serie X, que tiene “botones dedicados” para ello. Casi que no es necesario mencionar la fallida estrategia N-Gage, que era otro teléfono dedicado para los juegos.
Un ex-desarrollador de Nokia comentaba alguna vez que para la compañía el software es “una característica más”, al igual que cierto grupo de botones o el tamaño de la pantalla o la forma del dispositivo. Es por eso que en épocas recientes de la compañía han tenido cuatro sistemas operativos en desarrollo paralelo: S40 (ISA), S60 (Symbian), MeeGo y Windows Phone.

Pero la realidad es que Nokia nunca le ha tenido respeto a los desarrolladores, de hecho no entendieron realmente la importancia de la estrategia de las aplicaciones para extender los usos y darle más valor a las plataformas móviles. En una entrevista a Chris Weber, explica que el enfoque de iOS y Android en aplicaciones es “viejo”.

Y esperamos que lo logre, pues Nokia es una compañía muy importante en el competitivo mundo de los teléfonos celulares y smartphones... ¡suerte Nokia!.