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lunes, 20 de agosto de 2012

Sigue la crisis de Kristen Stewart

Después del cacho vienen los dramas


La actriz de “Crepúsculo” sobrevive en base a bebidas energéticas y cigarrillos. 

No se recuerda un caso con tanta repercusión en la esfera hollywoodiense, pero la traición de Kristen Stewart hacia Robert Pattinson le está costando tan caro que las productoras están planteándose prescindir de la actriz. Increíble pero cierto. Kristen Stewart ha sido repudiada por la productora Universal para encarnar uno de los papeles más importantes de la segunda parte de Blancanieves y el Cazador, el largometraje que desencadenó su infidelidad con el director del film Rupert Sanders.

La traumática separación de Robert Pattinson no la dejó bien posicionada: la actriz Kristen Stewart continúa sin poder levantar cabeza y ha dejado su vida pública de lado, después de reconocer su infidelidad. Además canceló su asistencia a la gala de los MTV Awards en donde era la encargada, junto a su ex pareja, de presentar la ceremonia.

La joven ahora pasa una temporada en la casa de Giovanni Agnelli, su amigo productor, luce ropa ancha, come helado y papas fritas, elige bebidas energéticas y fuma exageradamente. "Kristen es un manojo de nervios y sigue una dieta de cigarrillos, red bull sin azúcar y de vez en cuando alguna bolsa de patatas fritas", comentó un amigo de la actriz al programa Showbiz Spy.

"Cada vez que alguien intenta que se alimente con algo más saludable, como un simple tazón de sopa, ella lo rechaza diciendo que le provoca náuseas", contó la misma fuente. El entorno de la joven dice que la actriz de Crepúsculo “no está bien”. Y para intentar que recupere algo de lo que era, muchos de sus amigos le aconsejaron que vaya a ver a un psicólogo, pero parece ser que Kristen se niega en rotundo. "Una parte de ella no quiere sentirse mejor", comentó un amigo de la intérprete.

Desde que Stewart traicionara a su novio con Rupert Sanders, el director de Blanca Nieves y el Cazador, su novio no quiso volver a verla y a pesar de que hablan por teléfono a menudo todo apunta a que la reconciliación es cada vez más difícil.